Tengo miedo

A menudo tenemos inseguridades, incertidumbres, inquietudes y miedos relacionados con el presente, el futuro y con pequeñas o grandes cosas del pasado que, aunque pasadas están, a veces parece que no ha pasado el tiempo suficiente para curar esa herida que se reabre justo cuando parece que ya se está cerrando. Y yo, he de confesarlo, tengo miedo.
Tengo miedo, terror, desasosiego, inquietud, temor y un largo etcétera. Pánico al compromiso, al rechazo, a quererte, a que me quieras, a perderte, a que me pierdas, a tener sentimientos desbordados y descontrolados, a perder la fe, a tenerla, a trastocarme, a trastocarte, a ilusionarte, a ilusionarme, a desilusionarme, a que me desilusiones, a odiarte, a que me odies, a idealizarte, a que me idealices, a adorarte, a que me adores.
Miedo de sentir la paz entre tus brazos, de morir y resucitar en cada beso nuevo, de arder y caer fulminada por una de tus miradas, de perderme entre abrazos rotos por el desconcierto y caricias envueltas en papel de fumar. Tengo miedo de todo.

Y sin embargo, te espero...

Carta desde tu ausencia

Querida ignorante:

Me encontré con la extraña sensación de estar viviendo un sueño irreal. Ni siquiera comprendí que demonios estaba haciendo yo allí, observando a la gente e imaginando por su vestimenta, sus gestos y su fachada como se comportan, qué piensan, qué son. No sé si, por la inquietud que me provoca este sentimiento, quiero fumarme un cigarro para calmar mi ansia o esfumarme de este lugar.
Te busco en las caras de la gente, te anhelo cuando me siento sola y deseo con locura salir de la oficina para llegar a casa y ver como, tumbada en el sofá, me sonríes y me preguntas que tal me ha ido el día. Echo de menos tus besos furtivos a escondidas, tus caricias en mis manos a la sombra de la gente, tus miradas anestesiantes, tus ojos dulces.
¿Cómo puedo tener nostalgia de lo que no he tenido? ¿Es acaso una mala jugada de esta imaginación sin escrúpulos que me corroe por no tenerte? ¿Es culpabilidad? ¿Es ignorancia amatoria? ¿Es idealización de algo inexistente? No lo sé. El caso es que sigo sin entenderlo, que continuo echándote de menos. Que vivo con la certeza de que algún día aparezcas en mi vida y me ayudes a dar un giro en mi vida porque yo sola, ya no tengo fuerzas. Quiero pero no tengo ganas. No sin ti, que de mí ya estoy cansada.

A media luz

Y empezó todo a media luz. Tú temblabas de los pies a la cabeza mientras yo, con una aparente calma tenía escalofríos, nervios, fiebre y sensación de descontrol de sentimientos. Todo a flor de piel. Todo en el asador. Todo fuera de lugar en un sitio que ni siquiera sé si fue el indicado.
Medio a oscuras, con una luz tenue en la que podía adivinar tu silueta (más que visualizarla propiamente), la yema de mis dedos comenzó a perderse entre las sombras pintando la comisura de tus labios, acariciándolos suavemente, provocando la fuerte aceleración de nuestras almas. Cada beso, un sabor nuevo; cada mirada, un color nuevo. Y así comencé a pintar un cuadro lleno de colores vivos, expresivos sin palabras , que describían con total exactitud lo indescriptible con palabras (que no con gestos).
Casi sin luz, sin vista, sin conocimiento del tiempo, del bien, del mal, sin escuchar lo que oía, pero comprendiendo perfectamente lo que podía leer en tus ojos sedientos de una disciplina espartana que te instruyera en el “ars amandi”. Y yo deseando de dejarme llevar para comenzar a escribir un diálogo de dos cuerpos desconocidos entre las sombras de una fantasía de sólo una noche (o quizá más).
Eres pura literatura. Metáfora de la perfección imperfecta. Alegoría del amor (y del desamor) cuando te insinúas con una rosa en la mano y el corazón invisible en la otra. Dubitatio de mis adentros porque no hay nadie más incapaz que yo para expresar lo que siento aunque, venciendo todos los demonios del miedo y la timidez, lo hago inconscientemente con mi lenguaje corporal, poseída por la inspiración divina y por la fogosidad que me arrebata el alma cuando te miro. Hipérbaton que desordena el orden sintáctico de mi cuerpo. Hipérbole del sentimiento más extenso y antiguo del mundo. Infumable porque ahogas. ¡Pero que gusto da pegarte una calada breve e intensa de vez en cuando!

Mientras duermes

Me encanta observarte mientras duermes e intento adivinar lo que sueñas. Seguir siendo invisible a tus ojos, pero no a tus sentidos. Acariciarte sin medida y verte disfrutar como una niña, ver como, medio dormida, sonríes y me lanzas un beso casto, tierno y repleto del azúcar más dulce (suaves ósculos que me enternecen y me hacen estremecer y caer rendida a tu lado). Sentir tu alma inquieta luchando con la mía por construir un sueño de dos. Adoro disfrutar de ese momento, de esas pequeñas cosas que, contigo, sí que merecen la pena. Me olvido de mirar al pasado, no lo recuerdo, ni siquiera me molesto en pensar que existió. No hay tormentos de experiencias anteriores, no hay reflejos, no hay nada que me frene a sentirte.
Y… ¡allá van! Caricias lentas, que atormentan, que alimentan, inocentes, poderosas y de las que te vuelven demente. Caricias que también son valientes (porque un despertar violento puede acabar con la magia del momento) que son de fuego ( y despiertan los deseos más ardientes poco a poco de manera sigilosa), traviesas e indecentes (de las que me hacen enredarme bajo tus sábanas).Caricias madrugadoras, vespertinas, noctámbulas , suaves, delicadas, sutiles, indescriptibles que recorren todas las costuras que con tanto cuidado he bordado en tu cuerpo.
Te dejaré soñando una vez más, convenciéndote poco a poco de que hay más de mil razones que incitan a no despertar de tan lindo sueño…

¿Ignorante hasta cuándo?

Nunca me habrás visto ser feliz entre tus brazos. No habrás percibido el sentirme enamorada de tí,el volverme loca,el dejarme llevar sin importar tiempo, espacio ni día. Sin embargo,sí que has sido capaz de encender mi piel hasta limites insospechados pero... no como tú querías encenderlos.
Desconoces que no eres la única persona que despierta deseos en mi alma, ignoras que eres simplemente una mera sustitución temporal de esa persona a la que estoy esperando, que contigo sólo hago tiempo y que sólo me sirves para enseñarme a aprender como calmar mis más profundas pasiones.No sabes que el tiempo pasa y, mientras esa persona llega, desfogo mis sentimientos por otra persona contigo, imaginandola en tí. Abro los ojos.Te miro, no tiemblo, no te amo pero te quiero (más bien te aprecio). Ahora voy a soñar con ese día en que llegue quién sepa como hacerme perder la noción del tiempo en sus brazos, con quién me mire a los ojos y me lo diga todo sin decirme nada. Sigo soñando entre tus brazos y tu lo ignoras. No sabes nada, lo desconoces.Me divierto fantaseando con "la otra" y gozo en mi mundo de engaños a la par que tu disfrutas en tu mundo de ignominia sentimental.
No hago más que eclipsar tus sueños, arrancar tus ilusiones, alimentarlas con una mentira que pronto llegará a su fín. Pero, entre tanto, voy a arrasar contigo, con tus besos, con tus manos, con tu cuerpo... Me enredaré contigo de noche para desenredarme por la mañana y volver a enredarme al anochecer siguiente. Poco a poco, así pasará mi tiempo y después podrás maldecirme por cobarde , por destructora de un amor real, por pusilánime, por embustera, por prometerte amor eterno mientras cruzaba los dedos. Y cuando te abandone, podrás culparme de destrozar tu fe por pintar caricias en tu cuerpo pensando en otro.
Si Dios existe,si hay algún ser divino que juzgue mis actos, me castigará por carecer de bondad contigo, por ser dañina y nociva para tí (como si de un veneno se tratase), por enferma, por maliciosa, por mentirosa, por desagradecida, por diabla, por desagradable, por mala...Pero si entiende de amor, comprenderá que lo hice porque quería a otra, no la encontraba (o no sabía encontrarla) y que mi intención no fue herirte,sino complacerte hasta que tú encontrabas la tuya (ya que yo no era,de eso estoy segura).
Así que no te ilusiones, porque mientras lo haces, me pierdes y yo me pierdo,entre mis anhelos, en los brazos de esa persona imaginaria que esta por venir...